Hotel Spahr Stuttgart

Habitación enorme y cómoda. Detalles bonitos de iluminación. Parking cubierto y ascensor hasta el parking. Desayuno buffet sencillo pero completo. Personal muy amable, con recepcionista que habla español. Hotel con encanto, muebles antiguos de excelente calidad. Reformado pero manteniendo la esencia. Moqueta en las zonas comunes podría ser cambiada. Tranvía cerca y a pocos minutos del centro a pie. Hotel clásico y acogedor, con cafetería bonita. Desayuno variado y delicioso. Habitación grande con terraza. Buena ubicación, cerca de transporte y servicios.

El trato del personal fue muy amable y simpático. Tanto en recepción como en el desayuno, siempre nos atendieron con amabilidad y nos ayudaron en todo momento. Además, el hotel cuenta con recepción abierta las 24 horas, lo cual nos dio mucha tranquilidad. La habitación en la que nos alojamos era muy amplia y cómoda. Tenía un estilo clásico pero renovado, con muebles de excelente calidad. También había detalles bonitos de iluminación en la habitación. El desayuno buffet fue muy completo y delicioso. Había muchas opciones para elegir y el personal nos atendió de manera encantadora. Por último, la ubicación del hotel era muy conveniente. Teníamos una parada de tranvía justo en la puerta, lo cual nos permitió movernos fácilmente por la ciudad. Además, estábamos cerca de supermercados y restaurantes, lo cual fue muy práctico.

Nada, es perfecto.

Mi estancia en el Hotel Spahr fue muy agradable. El hotel tiene un encanto clásico y acogedor, y me encantó la decoración. El personal fue amable y simpático, siempre dispuesto a ayudar. La habitación en la que me alojé era muy grande y tranquila, con un balcón y una bañera grande. Además, el desayuno era variado y delicioso. aprecié que tuvieran un aparcamiento disponible. En general, recomendaría este hotel.

Este hotel me sorprendió gratamente con su decoración clásica de los años 70, que le daba un toque de nostalgia y encanto. Además, las habitaciones eran cómodas y algunas incluso contaban con un balcón, lo cual fue un detalle agradable. La ubicación del hotel era muy conveniente, justo al lado de una parada de metro y cercana a la estación de tranvía, lo que facilitó nuestro acceso al centro de la ciudad. El desayuno también merece mención especial, ya que era muy completo y de excelente calidad, destacando la atención de la señora que nos servía el café a la mesa.

Todo estuvo bien.

El personal amable, el hotel bien decorado, los desayunos completos, la ubicación conveniente.

Todo es genial.